Testigos
mudos de la vida en la tierra, las rocas, a veces, como si de viejos
libros se tratara, recogen los rastros y evidencias de lo que hace
millones de años eran sus habitantes. En la foto, una huella de scólicia,
rastro que dejaba al caminar sobre el fondo marino un equinoide. Las huellas fósiles se relacionan con diferentes especies haciendo comparaciones con trazas de organismos observados en la actualidad. Encontrado en la cala de Tximistarri, sobre una de sus rocas areniscas, en San Sebastián.
A veces no somos conscientes de lo que nos rodea, por desinterés o por desconocimiento; a través de esta pequeña ventana descubriré aquello que me interesa. En muchos casos son lugares en los que es primordial preservar su estado y por ello debemos siempre no dejar rastro de nuestra presencia.
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3 comentarios:
¡Jo, qué guapa! ¿Cómo está el acceso infantil?
Sin problema, cuándo quieras vamos o te explico como ir. Sólo espero que las mareas no hayan retirado la piedra...
En cualquier caso se pueden buscar más. Esa era muy clara, marcada y bonita.
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