En la localidad Cántabra de
Ramales de la Victoria se encuentra esta sencilla
Ferrata, fácil me resultó (calificada difícil), con las grapas y agarres cercanos, te sube en rampa hasta una pequeña oquedad que lleva el mismo nombre:
cueva de Cáliz. Luego va tomando verticalidad para dividirse, en la horquilla de la grieta por la que transcurre, en dos opciones: a la derecha la más sencilla y que además evita el pasar por el
puente tibetano (de tres cables, uno para desplazarse con los pies y dos para los brazos y dispadores), y a la izquierda la más complicada que nos permite llegar a la cima del roquedo (para descender si lo deseamos en rápel) o a un
puente tibetano de unos ocho metros de largo, muy divertido. El descenso, bien señalizado, por un camino muy bonito que transcurre por el matorral y va surcando el
karst calizo, que nos deja directamente en el parking (donde dejamos el coche) cercano a esta ferrata y a la cueva de
Covamur. En hora y media se hace todo el recorrido.
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Puente Nepalí |
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A medio camino, la cueva del Cáliz, luego se divide... |
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