26.7.13

Las setas son también para el Verano.

El verano también da sorpresas en los bosques. Las setas no son sólo para el otoño o la primavera. Tras las tormentas, algunas habituales y abundantes en el otoño, aparecen, Boletus edulis (Hongos), Urretxas (Russula Cyanoxantha) o Carbonera y Zizas (Rebozuelo), de las comestibles, son las clásicas. 
Zizas.

Urretxa.

Urretxa.

Hongo.

La Escumaria

Caminando en estas fechas por el bosque caducifolio de un Hayedo, comprobaremos como de entre la hojarrasca surgen unos pálidos racimos de flores, es la escumaria (Lathraea squamaria), hierba de la matriz, hierba madrona. No es frecuente verla, por eso sorprende, parasita también otros árboles caducifolios como el avellano. Planta parásita perenne, carnosa, sin clorofila. Sus raíces poseen lo que se llama un haustorio, es decir raíces especializadas con las que la planta puede sujetarse a las raíces de una planta huésped. 



22.7.13

Intzartzuko Leizea

En la ladera del monte Intzartzu (Aralar), mirando alineados al Auza Gaztelu y Txindoki, casi a la misma altura de Troskaeta y a unos 500 metros de esta, se encuentra esta sima-cueva de cuento de Hadas : Intzartzuko Leizea. La boca de acceso, sorprendente, nos hace esperar la salida de un gnomo o personaje de cuento; Un círculo perfecto, que permite pasar a una persona ligeramente agachada, enmarcado en piedra y abrazado por las raíces de una gran Aya, nos anuncia que lo que dentro se oculta no es habitual. Efectivamente, más haya de la boca de acceso nos encontramos con un desarrollo ( 80 metros de desnivel y 145 de desarrollo según el catálogo del 2003 de Aranzadi, que una vez más se me antoja muy inexacto. El desarrollo es mucho mayor, más de el doble calculo...seguramente solo han computado hasta la primera sala) lleno de grandes sorpresas, pocitas de aguas cristalinas de color esmeralda, estalagmitas antropomorfas, estalagtitas con forma de medusa, paredes profusamente decoradas con excéntricas de formas imposibles, formaciones abotonadas en el suelo, gours, coladas de coloraciones llamativas... un sinfín de motivos para calificar a Intzartzuko Leizea de auténtica maravilla.
De su alucinante acceso un pasillo desciende suavemente, para retorcerse en meandro que nos lleva a la necesaria (por prudencia, porque es posible pasar sin ella) instalación de un pasamanos que deja bajo nuestros pies una caída de varios metros. La cueva está instalada, tiene los spits necesarios e incluso sus chapas, pero ojo... no todos sobre las seguras calizas urgonianas, algunos, no ha quedado más remedio, están instalados en las paredes colmatadas sin llegar a la caliza madre y requiere un paso sigiloso para evitar posibles sustos (algún spit ha saltado con su correspondiente trozo de colada). Del pasamanos, un par de resaltes (que algunos suben y bajan sin instalar cuerda) nos llevan a una gran sala, la Sala de la Virgen me atrevo a bautizar, ya que en medio de ella una estalagmita de considerable tamaño, antropomorfa (que recuerda a una virgen) nos espera, y a su izquierda una gran colada de tonos cambiantes y multitud de hermosísimas formaciones. A la derecha dos pequeñas pozas de aguas esmeraldas, y la gatera, diminuta, que nos muestra el recorrido a continuar. Esta se abre a una pequeña sala con gours y una colada de increíble tono verde (seguramente por colmatarse con la filtración de alguna pequeña beta de mineral con cobre) que recuerda al blandiblú o a un moco gigante, para mí “la Sala del Moco”. También hay paredes manchadas con puntos azules... más filtración de cobre. Tras los gours, con un pasamanos que nos deja dos pozos bajo nuestros pies y requieren prudencia, nos conduce a otro des trepe que deja a la derecha otra poza de aguas puras con bellas formaciones. Avanzamos ya sin dificultad hasta llegar a la última sala donde finaliza Intzartzuko. Paredes, suelos y techos profusamente decorados con formaciones de todo tipo, cada cual más sorprendente, desde una finísima columna peluda, aragonitos inverosímiles, columnas, estalactitas con forma de medusas gigantes, estalagmitas antropomorfas, columnas, coladas de gran belleza, excéntricas de todos los tamaños y formas... Y, lamentablemente, al final de la sala, algún personaje, que debe esconder un gran excremento bajo su cráneo, ha realizado pintadas en naranja y con gran trazo de brocha, dejando los nombres de aquellos a los que, no les quede la menor duda, se les recordará por muchos con un montón de merecidos adjetivos calificativos nada agradables durante las generaciones que esta aberración sea visible, que serán muchas... Que triste que algo tan hermoso termine así por algún descerebrado.
Boca de acceso.


Instalando el primer pasamanos.

Sala de la Virgen: la Virgen.


Colada en la Sala de la Virgen.

Pocito en la Sala de la Virgen.


Gours en la Sala del Moco. Instalando.

El Moco.


Detalle de la columna "peluda".

Columna "peluda".
"Medusa".
Colada en la Sala Final.

Excétrica.
Formaciones en la Sala Final.
Miguel, Fermín, Kike, M. Paredes... os llevamos en el recuerdo.
Fósforoman.
Formaciones.


"Croquis" de Sabino.
El rastro de los .....
Saliendo.
Blanco.
Curiosas formaciones en el suelo.
Sala Final.
Ojo con algunos spits...
Desde dentro.
Pequeño lago: hay varios.
Nacen las excéntricas...
Fauna...
Algunas formaciones recuerdan partes anatómicas.
Curiosas formaciones en el suelo: Setas?
Curiosa excéntrica.
Formaciones y "medusa".



















Dedalera

Tan bella como venenosa, la característica forma de dedal de su flor le da su popular denominación: dedalera, en latín Digitalis purpurea, también llamada digitalcartucho,chupamielesSan Juanguantelete, guante de Nuestra SeñoraSan Juanbilicroques viluria. Planta herbácea bienal (crece en dos años, el primero produce únicamente una roseta de hojas basales, ovales, dentadas y de largo pecíolo, mientras que durante el segundo año se desarrolla un tallo largo de donde echará sus flores), tan bella como venenosa se suele encontrar en los linderos de los bosques, entre peñascos, en terraplenes... de zonas montañosas, ha llegado hasta Sudamérica introducida desde Europa. Las flores, tubulares, de hasta 5 centímetros de largo, están todas ellas orientadas hacia un mismo lado, en racimo, y son de un atractivo y característico color rosa púrpura, de donde toma su nombre científico.



16.7.13

La vuelta a Akaitz Txiki 2

Huellas de roedor (imagen de Sergio Laburu)

Lago descado (imagen de Sergio Laburu)

Entrada. Esta vez sin nieve.

Sala del primer lago (como se puede observar, seco).


Galería que te lleva a la sala final.


Formaciones en la sala final



El acceso a la zona sin topografiar es angosto.

Aitz txiki 2 es más grande de lo que parece, incluso tiene zonas sin topografiar aún. En una primera visita, el lago, crecido, nos impidió continuar; Esta vez, sin agua, pudimos descubrir las bellas formaciones y su total extensión. La joya de las cuevas de Aralar, como indica Sabino, es sencilla de transitar si el agua no lo impide, a pesar de ello algún descerebrado se ha encargado de ensuciarla con alguna que otra innecesaria flecha de color rojo o negro. Akaitz Txiki 2 es una cueva de montañeros, fácil, donde antaño los pastores se adentraban a por agua. De su entrada al primer lago por una galería de curiosa sección que asemeja las entrañas de un animal mitológico, y tras el desecado lago, una amplia galería, también sin agua pero con muchísimo barro, nos conduce a un conglomerado de salas con formaciones diversas, muy bonitas, que sorprenden al visitante. A media progresión, vimos en el barro huellas de algún roedor (presumiblemente mustélido) de cierto tamaño. La zona pendiente de "topo" requiere nueva visita y más material para instalar.

Osparrun II.

 Boca de un metro por uno setenta de ancho, aproximadamente, se encuentra a escasos metros bajo Osparrun I . La entrada con la hierba creci...