Sima situada en la ladera del
monte
Endoia (429 metros) que, coronado de múltiples repetidores de
telefonía móvil, mira al mar.
Sin catalogar y sin datos su
desarrollo (a ojo se pueden -mal- calcular unos 50 de descenso por
400 de desarrollo), recibe el nombre popularmente de los aficionados
a la espeleo de Cestoa y el Grupo
Felix Ugarte Elkartea por el
esqueleto de ovino que encontraron en su interior. La entrada,
tapizada y oculta por los brezos, nos desciende unos ocho metros
hasta un pasillo que cae a una sala. Bastante barro y multitud de
excéntricas. Del mismo pasillo, en su inicio, otro a la izquierda,
nada más bajar, nos lleva a otra sala con formaciones de todo tipo,
destacando una fina columna de grandes proporciones (unos tres
metros).
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Entrada. |
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Desde dentro. |
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Esqueleto. |
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