Una mirada al entorno.: Los Cristinos.

2.7.15

Los Cristinos.

También fue llamada “cueva de los huesos” debido a que frailes capuchinos encontraron en ella un esqueleto humano, y Larramendikoarro, o primitivamente “Ustalaza” ( o Ustaleze) que es el nombre del lugar donde se encuentra. Su actual y más popular denominación, “Los Cristinos”, es debida a el uso de la misma con fines militares durante la guerra Carlista allá por 1833. Los Cristinos se encuentran en la Sierra de Urbasa, en el paraje denominado raso de Ustalaza. La entrada se encuentra al fondo de una dolina de unos 10 por 7 metros. Se accede a través de una rudimentaria escalera de piedra que resbala mucho, a una sala a través de la cual y bajo ella circula un manantial que transcurre de una galería situada a la derecha de la sala (con alguna pequeña formación y una chimenea), sume al llegar a la sala y aparece a la izquierda para sumir de nuevo por otra pequeña galería. Frente a nosotros se observa una vieja y oxidada puerta de hierro y unos escalones de piedra que suben a ella. Traspasando la puerta, a la izquierda continúan los escalones, una barandilla oxidada, y a través de un paso bajo accedemos a otra gran sala dominada por un gran lago de aguas cristalinas que en época de lluvias nos obliga a mojarnos los pies si, por la izquierda, queremos acceder a las formaciones de una zona plana y no inundada repleta de columnas, gours con abundantes pisolitas y coladas de colores blanquecinos y grisáceos de gran belleza. En las columnas algunas inscripciones a lápiz de sus primeros visitantes, de primeros del siglo XIX. En su interior muchas de las formaciones han recibido nombres acuñados por los visitantes, como los confesionarios de las brujas, el payaso, el león, la virgen con queso o el pozo de la sal (una gran colada fracturada que permite su acceso mostrando arena en su interior)… reconocibles en un pequeño esfuerzo imaginativo.