Escondida en una balconada herbosa del Larrunarri oteando
Larraitz, Marizulo se encuentra en uno de los parajes más bellos y escondidos
del mal llamado Txindoki. Y es que su nombre viene precisamente de la ruinosa
borda que se encuentra en este lugar: La borda Txindoki. Un poco más adelante
abre en las paredes del Larrunarri su brecha Marizulo, tapizada en musgo y rodeada
de pequeñas flores, es otra de las moradas de la mitológica Mari. Acumula un
desnivel de 70 metros y 200 de desarrollo lineal, con varios resaltes y simas.
Una cañería de captación de agua sorprende en su interior y algún que otro “secreto”.
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Ruinas de la borda Txindoki. |
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Boca de acceso a Marizulo. |
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Las paredes son lisas y sin formaciones. |
2 comentarios:
¿Y esa guindilla gigante de piedra rodeada de ovejas?
Kaixo Imanol! soy Urtzi B.
¿No habrá crokis que esta cueva no?
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