Artolako Bordako koba o Artola Bordako Arkaitz zuloa

Descansa en el olvido de la sombría cuenca de la regata  Ubaran, que descarga en el río Leizarán, al lado de la ruinosa borda (más bien caserío) Artola, de la que recibe su nombre. Artolako Bordako koba  (así reflejada en el catálogo del 2003) o Artola Bordako Arkaitz Zuloa, presume un desarrollo de 100 (más bien parecen 150) y desnivel de 10 en el citado catálogo. Descansa, casi sin visitas. En su día se prodigaron y testigo de las mismas son multitud de sus formaciones truncadas y alguna flecha marcada en las paredes de su desarrollo prácticamente lineal. Su entrada parece fue ensanchada. Pudo haberse extraído de la misma piedra, como si fuera una cantera, para la calzada adyacente. La cavidad se extiende en un estrato de calizas de poca consistencia, muy inestable, que hace ver pequeños desprendimientos en alguna zona.  La mayor parte de su desarrollo te obliga a avanzar agachado. Las formaciones, intensamente blancas (salvo las ensuciadas por tocarse o romperse), se suceden a lo largo de la misma. Se pueden observar también gours. A un kilómetro aproximado se encuentra la vecina Ubarango.

Ruinas del caserío Artola.

Entrada.

Desde dentro.

Primeras formaciones.

Estratos de caliza que desprenden.

Marcas de visitas.

Formaciones rotas a golpe de piqueta.

Topografía a mano alzada.