14.2.17

Aitzelarko koba II

Cercana a Aitzelarko Koba 1, Aitzerlako Koba 2 tiene cierto volumen y es lineal. Con unos 15 metros de desarrollo presume pudo ser habitada en la prehistoria, y quizá por ello tiene tres grandes catas: una cerca de la entrada, otra en su recorrido medio y otra en su final.
Entrada.

Cata al inicio.

Vista de la entrada desde el interior.

Final de la cavidad y cata final (a la derecha).

Cata media.

Aitzelarko Koba I

Aitzelarko koba 1 se encuentra en la ladera del monte que lleva su nombre. Cercana al caserío Astui, y junto al camino que va desde este caserío a Granada Erreka. Perdida en un valle desconocido y hermoso como el de Alzolaras, tiene una gran boca de entrada, con catas arqueológicas. Es lineal, de gran volumen. Con 120 metros de longitud y 27 de desnivel.  En la entrada se aprecia restos de muro, de lo que pudo ser un aterpe pastoril, un abrigo para ganado. Desde ese punto, la cavidad desciende bruscamente por terraplén de rocas, para luego continuar hasta una gran colada. Ascendiendo la colada se accede a una sala con abundantes gours y espeleotemas. Sala fósil en cuyo frente hay una sima y a su izquierda otra, de la que el antiguo catálogo dice tiene 20 metros de desnivel y colmata. En ella se observó un murciélago y algún resto óseo de animal. La cavidad está en buen estado, sin apenas basura en su interior. Muy cerca de ella se encuentra Aitzelarko koba 2.
Entrada.

Curioso espeleotema.

Cata.

Restos de muro.

Desde dentro.

Restos óseos de animal (zorro?)

Colada interior. Al fondo la entrada.

Sala fósil final.

Sima de la izquierda.


Durmiente.


13.2.17

Marcado de cavidades.

En pleno siglo de las tecnologías, con gps, digitalización de datos, facilidad de obtención de imagen inmediata, etc … aún queda quién (y le presupongo buena voluntad) a base de brocha y pintura, marca, ensucia, bautiza las paredes de nuestras cavidades, no sé si es por un proceso reivindicativo de “macho alfa” cuan can orinando en su territorio, o por un enaltecimiento caduco del ego, de eso tan demodé de poner un “yo estuve aquí”, que todo el mundo lo sepa.

Antes existía un código para indicar cuándo se encontraba descubierta una cavidad, si estaba en exploración o si se había completado su exploración, pero hoy día (hablamos de pinturas recientes), estás actitudes son incomprensibles. Que existan aún personas con bote de pintura en mano y brocha, paseando por las cavidades, cuánto menos denota una mínima sensibilidad.
Desconozco a qué grupo o persona puede pertenecer estas siglas, pero si tanto le gustan que las ponga en el quicio de la puerta de su casa, en el capó de su coche...

Cueva de Andazarrate.

La boca de la cueva de Andarrazate se confunde entre las entradas del coto minero de Andazarrate.  La cavidad es lineal, de escasos 30 metros. Tiene su entrada ampliada por la explotación que hay a su izquierda de la veta minera. Por ahí se puede descender, ver las vetas de mineral (sobre todo galena) y salir por otra boca de mina.

De su entrada a pocos metros se observa un pequeño desprendimiento de piedras en su suelo. Pequeños lenares inversos en su techo y al fondo alguna formación estalagmítica. En su interior hibernan tres murciélagos.
Entrada.

Desde dentro.

final de la cavidad.


Pequeñas formaciones.


La flecha indica la entrada a la cavidad. Bajo ella, galerías mineras.

Las minas de Andazarrate o minas de Asteasu. Cargadero Mollarri.

En el alto de Andazarrate (Asteasu), sobre los márgenes de una pequeña regata que allí confluye, se abre un complejo minero de extracción, según documentan, de mineral de hierro. Amplías vetas de Oligisto se ven: las galerías mineras se extienden en el sentido de las enormes vetas, que de este mineral hay en el lugar. Son múltiples las bocas mineras que, en un punto y a ambos lados de la regata, se abren al exterior. Muchas de ellas se encuentran inundadas. La explotación correspondió a la Société Anonyme del Mines Metalliques de Tolosa y, posteriormente, a la Compañía Minera de Álava y Gipuzkoa, desde 1906 hasta su cierre en 1925. Desde la minas de Andazarrate y a través de un entramado aéreo se transportaba el mineral (una carga diaria de unas 1.000 toneladas) hasta el cargadero Mollarri de Zarautz (situado bajo el actual camping de Zarautz). Las vagonetas circulaban por un cable aéreo soportado por torretas metálicas (112 caballetes). Tendido que construyó Gillermo Vahl, con experiencia en la construcción en América de un tranvía aéreo, muy similar al que se construyó entre las minas de Katabera en Aizkorri y Udana (Legazpi).

La mala calidad del mineral de hierro y las dificultades de su transporte, sobre todo en el cargadero de Mollarri  (en mar abierto y con riesgo de encallamiento para los barcos) influyeron en la corta vida productiva de estas minas. Las torretas fueron desmanteladas y trasladadas para su uso a otro lugar (probablemente en Cementos Arrona) y hoy día nos queda este paraje de indudable belleza y, a kilómetros, el cargadero de Mollarri restaurado y visitable.
A la izquierda una de las bocaminas inundadas.

entrada de mina.

Entrada de mina y bloque de Oligisto.

Oligisto.

Desde dentro de la bocamina.

Otra entrada en sentido de la veta minera.

Minas de Andazarrate.

Muestras de Oligisto recogidas en Andazarrate,

Cargadero Mollarri (imagen de tusdestinos.net)

Grúa de carga del cargadero Mollarri (imagen del archivo del Ayuntamiento de Zarautz)

Regatilla en Andazarrate.




Amanece en Asteasu (desde Andazarrate)




Osparrun II.

 Boca de un metro por uno setenta de ancho, aproximadamente, se encuentra a escasos metros bajo Osparrun I . La entrada con la hierba creci...